Según el informe de Maternidad en la niñez, del Fondo de la Población de las Naciones Unidas (Unfpa), México ocupa actualmente el primer lugar entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en cuanto a embarazos en adolsecentes y jóbenes de entre 15 y 19 años.
En nuestro país, tres de cada cuatro menores tienen alguna carencia
social y se consideran pobres a 21 millones 400 mil infantes de los 39
millones 200 mil que viven en el país.
De los miembros de la OCDE, México tiene la tasa de natalidad más alta en adolescentes y jóvenes de las edades ya mencionadas, con 64.2 por cada mil nacimientos; mientras que Suiza reporta la más baja, con 4.3.
Esos datos de la Unfpa, divulgados por medios locales de prensa, se confirman con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de acuerdo con los cuales, en las últimas dos décadas el promedio de hijos entre los grupos de 12 a 19 años de edad representó el 5,8 por ciento de los nacimientos en México.
Las entidades federativas de Chihuahua y Baja California Sur están a la cabeza de ese fenómeno, seguidas por Guerrero, Nuevo León, Chiapas, Coahuila, Durango, Tabasco, Sonora, Tlaxcala, Baja California, Colima, Querétaro y Yucatán.
A su vez, las que presentan menos embarazos en este grupo poblacional, y que se encuentran debajo del promedio nacional, son el Distrito Federal, Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Quintana Roo.
Sin embargo, durante el último decenio todos los estados mexicanos registraron un aumento de madres menores de 20 años, con excepción de Chiapas y Tabasco.
El reporte del organismo internacional señala que entre las causas de esa situación presente en México, y que comparten otras naciones del hemisferio, están la pobreza generalizada, la aceptación del matrimonio infantil por parte de las comunidades y la familia, así como los esfuerzos inadecuados para mantener a las niñas en la escuela.
Al mismo tiempo, advierte que el riesgo de muerte en madres menores de 15 años de edad en países de ingresos bajos y medios es dos veces superior al de las mujeres mayores.
De los miembros de la OCDE, México tiene la tasa de natalidad más alta en adolescentes y jóvenes de las edades ya mencionadas, con 64.2 por cada mil nacimientos; mientras que Suiza reporta la más baja, con 4.3.
Esos datos de la Unfpa, divulgados por medios locales de prensa, se confirman con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de acuerdo con los cuales, en las últimas dos décadas el promedio de hijos entre los grupos de 12 a 19 años de edad representó el 5,8 por ciento de los nacimientos en México.
Las entidades federativas de Chihuahua y Baja California Sur están a la cabeza de ese fenómeno, seguidas por Guerrero, Nuevo León, Chiapas, Coahuila, Durango, Tabasco, Sonora, Tlaxcala, Baja California, Colima, Querétaro y Yucatán.
A su vez, las que presentan menos embarazos en este grupo poblacional, y que se encuentran debajo del promedio nacional, son el Distrito Federal, Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Quintana Roo.
Sin embargo, durante el último decenio todos los estados mexicanos registraron un aumento de madres menores de 20 años, con excepción de Chiapas y Tabasco.
El reporte del organismo internacional señala que entre las causas de esa situación presente en México, y que comparten otras naciones del hemisferio, están la pobreza generalizada, la aceptación del matrimonio infantil por parte de las comunidades y la familia, así como los esfuerzos inadecuados para mantener a las niñas en la escuela.
Al mismo tiempo, advierte que el riesgo de muerte en madres menores de 15 años de edad en países de ingresos bajos y medios es dos veces superior al de las mujeres mayores.

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